Cita

miércoles, 29 de junio de 2011

Otra victoria. Adormecida, la democracia alimenta sus propias pesadillas.

"Sin causa alguna se quejan los hombres de que
su naturaleza es flaca y de corta duración; y que se
gobierna más por la suerte, que por su virtud. Porque
si bien se mira, se hallará, por el contrario, que
no hay en el mundo cosa mayor, ni más excelente; y
que no le falta vigor ni tiempo, sí sólo aplicación e
industria. Es, pues, la guía y el gobierno entero de
nuestra vida el ánimo, el cual, si se encamina a la
gloria por el sendero de la virtud, harto eficaz, ilustre
y poderoso es por sí mismo; no necesita de la
fortuna, la cual no puede dar ni quitar a nadie bondad,
industria, ni otras virtudes. Pero si, esclavo de
sus pasiones, se abandona a la ociosidad y a los deleites
perniciosos, a poco que se engolfa en ellos y
por su entorpecimiento se reconoce ya sin fuerzas,
sin tiempo y sin facultades para nada, se acusa de
flaca a la naturaleza, y atribuyen los hombres a sus
negocios y ocupación la culpa que ellos tienen. Y a
la verdad, si tanto esmero pusiesen en las cosas útiles,
como ponen en procurar las que no les tocan, ni
pueden serles de provecho, y aun aquellas que les
son muy perjudiciales, no serían ellos los gobernados,
sino antes bien gobernarían los humanos acaecimientos,
y llegarían a tal punto de grandeza, que,
en vez de mortales que son, se harían inmortales
por su fama. […]  los magistrados y gobiernos, y
en una palabra, todos los empleos de la república
son en mi juicio en este tiempo muy poco apetecibles,
porque ni para ellos se atiende al mérito, y los
que destituidos de él los consiguen por medio de
fraudes, no son por eso mejores ni viven más seguros."
(Cayo Salustio)
Se confirma: la corrupción no es un problema ni político ni moral para los votantes valencianos. Una nueva mayoría absoluta vuelve a sentar en el gobierno a los que tan solo en unas semanas pueden estar sentados en el banquillo. De forma simétrica, los socialistas sufren una derrota histórica. Mi hija trata de subirme la moral diciendo que se trata de ciclos, que la socialdemocracia volverá. El mismo día leo un artículo de I. Ramonet que habla también de fin de ciclo, pero referido a la inevitable desaparición de una socialdemocracia triunfadora, imaginativa y seductora en la segunda mitad del siglo XX, y que ha llegado al final de siglo suicidándose en un abrazo con las políticas económicas liberales habiendo perdido el coraje de ir a contracorriente de lo que el mundo de hoy nos muestra como lo único posible.
Efectivamente, yo había respondido a mi interlocutora que tal vez tenía razón, pero que el cambio de ciclo no se refería al futuro retorno de lo mismo, sino que el próximo ciclo será -lo está siendo ya- de la alternancia de la derecha neoconservadora con "otra cosa" que habrá de surgir ya dentro de la dialéctica de la globalización. Los elementos que, hasta fin de siglo,componían la dialéctica político-social han mutado. El capitalismo, que resultó triunfante en la guerra de los bloques, mantiene el discurso detenido en una "unicidad" a-dialéctica, que, hasta el momento, solo produce como Otro marginalidad, empobrecimiento y fanatización. 
Se ensayan incipientes modalidades que aspiran a llegar a ser dignos pares dialécticos del capitalismo de mercado. En estas últimas elecciones es indudable el protagonismo alcanzado por el movimiento ciudadano del 15-M. Pero es evidente que, como tantos otros, carece de un punto de llegada. Mientras que los movimientos sociales árabes de este año tienen claro el punto de partida -tiranías unipersonales hereditarias-, así como el punto de llegada -el modelo democrático occidental-, aquí, nosotros tenemos como punto de partida ese que es de llegada para ellos. Pero ¿dónde está el nuestro? Me parece claro que está por inventar. Más aún, está por imaginar. Luego, habrá que construirlo. En este sentido me parece bastante prepotente la posición de Inerarity y algún otro, argumentando que indignarse no es suficiente, que hay que construir un discurso crítico y alternativo. La cosa me parece evidente, pero no debe de ser sencilla, porque ni él, ni otros -tal vez E. Morin- parecen haberlo logrado. Ni tan siquiera alguna pista.

martes, 28 de junio de 2011

Presentación

El blog (bitácora) que inicio hoy - mi hija quiere debatir con su padre en la distancia-, tratará de albergar mis reflexiones sobre los cambios que, en el orden de la Cultura -con C mayúscula-, se vienen produciendo desde el fin del siglo XX, allá por el año 1989: fin de la guerra fría y de la política de bloques; proyecto del genoma humano; generalización del uso de internet; globalización económica y monodiscurso capitalista.
Sin duda es apasionante tener conciencia de estar viviendo un momento de cambio histórico como nunca antes ha sucedido. No es una experiencia que no hayan experimentado nuestros antepasados en diferentes momentos singulares de la historia. Casi es un tópico biográfico, que las generaciones que van saliendo de la vida miren hacia atrás lamentando el curso que consideran va tomando la sociedad en los nuevos tiempos que les empujan fuera del escenario. Sin duda, la progresiva aceleración en las transformaciones de todo tipo, que se viene dando especialmente desde el mismo nacimiento del siglo XIX, ha contribuido a que esta valoración sea cada vez más frecuente, más angustiante, y más polarizada entre el optimismo en el futuro de la humanidad, y el catastrofismo pesimista de un final apocalíptico como ya anunciaron los textos sagrados. Stefan Zweig nos ha dejado un relato conmovedor de cómo vivió él la despedida de toda una época, que para él era todo un mundo, el mundo de ayer. La melancolía de lo que se perdía irremisiblemente, y la falta de horizonte -que se anunciaba ya a escala mundial por primera vez con el triunfo del nazismo-, le abocaron a escribir un punto final trágico para su vida sin esperanza.
S
in embargo, ese sentimiento tan agudo, y tan cargado de razones, de cambio social y cultural radical, que vivieron las generaciones que llegaban a las décadas de entre-guerras con el medio siglo ya cumplido, no podía anticipar ni el alcance ni la profundidad del cambio al que nos enfrentamos en el paso del segundo al tercer milenio de nuestra era. Es este un cambio que afecta a la totalidad de la humanidad, y en un plazo de tiempo lo suficientemente corto como para que pueda apreciarse en el breve espacio histórico de la vida de un individuo. No sus consecuencias, que solo podemos deducirlas, aventurarlas tal vez de los cambios que creemos poder ir reconociendo. Cambio histórico profundo y extenso, porque afecta a los fundamentos de todas las culturas, tal como han sido conocidas hasta ahora. No se trata de cambios ideológicos, políticos, económicos, religiosos… Todos ellos están afectados e implicados. Cambio Cultural en todo caso, porque es efecto de modificaciones sustanciales que afectan a la primacía de lo simbólico sobre lo imaginario en su articulación con lo real, y a la modalidad subjetiva de inscripción de la falta-en-ser con la que el sujeto maneja su ser de goce.
Señalar que aquellos libros y películas que se mencionen, irán apareciendo recogidos en dos listados diferentes -"Películas mencionadas", y "Algunos Libros sobre el tema"-, con su referencia mínima, en la portada del Blog. En la lista de "Libros" también figurarán aquellos que me parezcan pertinentes para el tema general del Blog.
Por último, en cada entrada figurará un dibujo en su inicio, siempre de mi autoría, igual que la foto inicial del título del Blog, así como otras ilustraciones que puedan aparecer. Las demás, llevarán escrita su referencia pertinente, si no se aclaran por el texto.